Las celdas policristalinas están formadas de un silicio que se somete a menos procesos de filtrado que no eliminan todas las impurezas.
Este silicio impuro es fundido y enfriado de manera artificial, provocando la formación de varios cristales en la célula.
Esto le da un aspecto azulado no uniforme con tonalidades negras o verdes. Además del color, otra cosa que distingue a este tipo de celdas es que tienen una forma más rectangular.